R.A.S.H LEÓN #5 - FELIZ FALSEDAD.
Las grandes fiestas del consumo llegan una vez más a
nuestras ciudades, unas fiestas cuyo fin es el consumo desmedido ocultado en
una “tradición” convertida en mercado.
Las calles de todas las ciudades se convierten por unas
semanas en un verdadero mar de bolsas de papel y plástico, logotipos de
comercios de todo tipo y músicas encandiladoras, acompañado todo esto de miles
y miles de bombillas de neón que -a pesar de la crisis-, despiertan el espíritu
navideño e iluminan la ilusión de los compradores. Los escaparates “exhiben sus
mejores galas” aspirando a captar a compradores adictivos para cerrar caja con
grandes sumas, en medio de una crisis que ahoga a la clase obrera como nunca
antes lo había hecho.
Pero, aún con el agua al cuello, no se puede perder el
“espíritu navideño”, y es por eso que veremos cómo no pocos derrocharán sus
últimos fondos de ahorro, para cumplir “compromisos” con los familiares y los
amigos. La tradición es insalvable, las normas de las “personas de bien” y el
“¿qué dirán?” imperan en este afán de acumular ropas, zapatos y complementos,
que son innecesarios.
Dicho esto, queda bastante claro que la Navidad dista de ser
el periodo de reflexión, reencuentro y solidaridad que se nos quiere hacer ver
desde la iglesia y sectores cercanos a la misma; se trata en realidad de una de
las épocas del año en que el consumo aumenta de forma considerable, siendo los
industriales y comerciantes los únicos verdaderamente bendecidos por el
espíritu capitalista navideño. Dicho de otro modo, la Navidad ha sido
manipulada de tal modo por los medios de comunicación masivos y por los grandes
intereses económicos, que las mayorías han llegado a creer que comprando desaforadamente
alimentos, ropa, artículos de lujo, y todo tipo de productos destinados para
los tradicionales regalos, reviven la esencia de un periodo cuyo mensaje
originario es precisamente contrario al frenesí de la compra-venta.
El capitalismo, con su publicidad, actualiza perversiones
mercantiles contra el proletariado a quien aplica un trato a caballo entre la
seducción y el desprecio, que se intensifica desmesuradamente en navidad. Así,
la clase obrera es acosada desde los medios de publicidad para engordar los
ingresos de una burguesía que previamente ha explotado a los mismos obreros que
después comprarán sus productos. Se trata pues de una guerra sin cuartel entre
grandes superficies para conseguir su mayor beneficio, en la cual la clase
obrera es atacada por todos los flancos, siendo víctima directa del gran
negocio creado en torno al nacimiento del “hijo de Dios”, pasando por alto
otros episodios bíblicos como el de los mercaderes y el templo, será que no les
conviene…
Para acabar con toda esta mentira y evitar el despilfarro
anual en torno a una farsa, es preciso multiplicar las luchas contra este
modelo hegemónico de publicidad al que nos vemos sometidos y llevar a cabo una
transformación radical de la cultura, que deje de estar en manos de un capitalismo
que conduce a su antojo al rebaño.
Desde R.A.S.H. León, nos llena de orgullo y satisfacción
desearles FELIZ FALSEDAD.
R.A.S.H. León (///)
Libertad, Igualdad y Solidaridad